Conducirse de forma adecuada en la vía pública dentro de los distintos modos de vida: rural o urbano; nos permitirán generar una cultura vial en nuestra sociedad; en donde tanto conductores como peatones sean conscientes de sus obligaciones y derechos.

A continuación, analizaremos algunos factores relevantes que influyen la capacidad del conductor al momento de desplazarse en la vía pública y la forma en que podría afectar, tanto su seguridad e integridad como la de los pasajeros y peatones.

El sentido de la vista

A través de la vista percibimos y recibimos la mayor parte de la información necesaria para una buena conducción: la configuración de la vía, el estado en que se encuentra, la señalización y su ubicación, las distancias, las velocidades, entre otros. Por lo tanto, para una conducción segura es necesario tener en cuenta los siguientes factores:

• Ver bien. Las deficiencias de la vista pueden ser corregidas con gafas o lentes, siendo recomendable llevar unas de repuesto en el vehículo y prescindir de todo aquello que pueda distraernos de la conducción.
• Ver con anticipación y rapidez. Es necesario prever y anticiparse a los movimientos y reacciones de los demás conductores o peatones.
• Analizar el campo visual. Si bien, el campo visual es diferente para cada persona, debemos ser conscientes y estar atentos al área dentro de la cual se perciben imágenes alrededor de un objeto determinado sobre el cual se mantiene la vista fija.

Es necesario recordar que el alcohol o determinadas drogas, así como la fatiga, reducen el campo visual de los conductores; elevando los riesgos a provocar un posible accidente. Asimismo, la velocidad es otro factor que disminuye el campo visual, ya que a medida que se acelera se va perdiendo la visión de los objetos ubicados en la periferia. Es decir, cuanto más rápido se mueve un vehículo, más estrecho es el campo visual de su conductor.

Por tanto, podemos concluir que para una conducción segura es necesario ver lo que está al frente, a los lados y por detrás. Esto se logra utilizando adecuadamente y constantemente los espejos retrovisores interiores y exteriores.

El tiempo de reacción

El tiempo de reacción es el periodo que transcurre desde que el conductor percibe un estímulo, ya sea: un obstáculo, una señal, un ruido u otro; hasta que responde al mismo con una acción determinada. Este factor no es constante, aunque en condiciones normales, está entre medio y un segundo aproximadamente. Cabe resaltar que, el tiempo de reacción puede verse incrementado por: el cansancio, la somnolencia, una edad avanzada, la pérdida de visión, una mala audición, un mal estado de salud, la toma de algunos medicamentos, la ingesta de alcohol, drogas u otros estupefacientes, las comidas abundantes y pesadas, el calor y el exceso de calefacción en el habitáculo del vehículo; e incluso, el estado de ánimo del conductor. Todos estos factores tienen como consecuencia una disminución de la capacidad de reacción del conductor.

El sentido del oído

Gracias a este sentido, el conductor es capaz de distinguir entre tonos y ruidos y así localizar la dirección y procedencia del sonido. Las personas que padecen deficiencias no corregibles de audición pueden ocasionar incidentes y hasta accidentes de tránsito debido a no escuchar las bocinas de los otros vehículos y tener la capacidad de reaccionar frente a estas.

Desde CCIMA Señalizaciones, nos comprometemos a continuar implementando esquemas de seguridad eficientes que salvaguarden la vida, tanto de peatones, pasajeros y conductores. Asumimos este reto con pasión y responsabilidad.

Para atender sus consultas sobre nuestros servicios de señalización o asesoramiento en su proyecto puede contactarnos al siguiente correo electrónico: contactenos@ccima.com.pe, visitar nuestra tienda en línea: https://tiendadesenales.pe; o comunicarte a nuestros canales de atención: (+51) 4800113 y 953 313 145.